cambio climatico
La semana pasada la revista «Nature» publicó un estudio en el que afirmaba que la amenaza de la sexta gran extinción ya está aquí, basándose en los datos del ritmo actual de destrucción de especies que, de continuar así, llevaría a nuestro planeta a perder las tres cuartas partes de las especies que hoy lo pueblan en unos cuantos siglos. España, país de mayor biodiversidad de Europa, con el 50% de la flora y fauna presente en el continente, no escapará a esta crisis. Un estudio pionero en nuestro país pone ahora cifras y nombres propios a los impactos y la vulnerabilidad que los cambios en las condiciones climáticas supondrán para las especies que viven en la Península.
El estudio, elaborado por científicos del CSIC y la Universidad de Extremadura y promovido por el Ministerio de Medio Ambiente, analiza dónde está en este momento cada una de las especies de flora y fauna y a partir de los datos climáticos y escenarios futuros que elabora la Agencia Estatal de Meteorología aporta modelos de cómo será la distribución potencial de esas especies en este siglo.
Así, por ejemplo, y por citar una de las especies «bandera» de nuestra fauna, el oso pardo, del que actualmente sobreviven en España dos poblaciones —la pirenaica, ya virtualmente extinta y que se ha reforzado con osos centroeuropeos, y la cantábrica— verá cómo en el último tercio de este siglo desaparecen por completo las condiciones climáticas idóneas para su supervivencia, según el investigador del CSIC Miguel Araújo, principal autor del trabajo de fauna.
El nivel de agua del Mar Mediterráneo que baña nuestras costas está creciendo el doble de rápido de lo que lo hacía en el siglo XX. No es motivo para crear una alarma general a corto plazo, pero sí un aspecto a tener muy en cuenta ya que durante este siglo podrían quedar sumergidas algunas zonas en el planeta, incluyendo aquellas costas españolas que tuvieran las cotas más bajas. El investigador del Instituto Español de Oceanografía (IEO) Manuel Vargas Yáñez presentó ayer en Málaga el estudio Cambio climático en el Mediterráneo español, un trabajo que completa y actualiza el informe hecho público hace tres años sobre esta misma materia tras realizar nuevas mediciones.
La proyección mínima prevista para los próximos 90 años es de 35 centímetros, dado que se ha acelerado la velocidad de crecimiento de su nivel desde 1,5 milímetros al año de mediados del siglo XX hasta los 3,5 actuales. Sin embargo, conjeturó Vargas, esos 35 centímetros podrían convertirse en 60 o 70, «lo que depende de muchos factores; las emisiones de gases efecto invernadero, por ejemplo, no se han reducido y el ritmo de calentamiento se acelera». Por tanto, si se alcanzan los 90 centímetros –lo que ocurriría en todo el Mediterráneo–, «supondría una desaparición de costa tremenda», afectando a zonas «densamente pobladas». «Para millones de personas sería un problema», aclara Vargas, que acudió ayer a la Subdelegación del Gobierno de Málaga para presentar la obra junto a otros investigadores, entre ellos el director del Centro Oceanográfico local, Jorge Baro.
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